El 14 de junio, en el marco de la Semana ADE, Irene Vilà Trepat, vicedecana de la escuela de Posgrado EAE Business School, presentó su conferencia “El caso Tesla: el principal fabricante de autos eléctricos”.
Por Daniela Cerna. 19 junio, 2019.Durante la charla, que tuvo lugar en Campus Lima, la doctora Vilà abordó la estrategia comercial de la empresa fabricante de autos eléctricos, y cómo su innovación y disrupción han representado una oportunidad y, a la vez, una desventaja en un mercado en el que prima la producción de vehículos que utilizan el combustible como insumo principal.
“A pesar de que Tesla viene desarrollando investigaciones para bajar el costo de energía eléctrica y hacer productos más asequibles, aún presenta deficiencias en su producción, no es capaz de abastecer la demanda del mercado”, indicó Vilà.
Pioneros en energía eléctrica
“Tesla cuenta con dos centros de investigación y está buscando construir un tercero, con una inversión de más de dos mil millones de dólares en I+D (Investigación y desarrollo), su objetivo final es bajar el costo de sus baterías eléctricas en un 50%”, manifestó la docente.
De acuerdo a la docente de EAE Business School, la prioridad que Tesla otorga a la investigación corresponde a una estrategia que no es al azar, sino que busca estandarizar el costo de producción de los vehículos, para ofrecerlos a un mercado más amplio.
“Dentro de su estrategia de innovación, Tesla se plantea entrar con productos disruptivos, de innovación abierta, buscan crecer mediante la estandarización y posicionarse de esta manera en el mercado. A mediano plazo, apuntan a aumentar el volumen de su producción, así como a consolidar su modelo de negocio”, afirmó la especialista en marketing e investigación de mercados.
Innovación: un arma de doble filo
Sin embargo, a pesar de la disrupción que representa Tesla en el mercado automovilístico, y de la creciente demanda de sus productos, la empresa aún se enfrenta a algunos factores esenciales para posicionarse a la par de otros displayers como Toyota o Hyunday.
“Claramente Tesla es una empresa muy buena en innovación, pero no en producción, la cual es muy lenta y costosa aún; como resultado, el coche más barato se vende en Estados Unidos a 45 000 dólares, y en países como España, a precios mucho mayores que alcanzan los 70 000 dólares”, agregó Vilà.
Esta diferencia de precios se debe a que los concesionarios de Tesla, muchas veces, son tercerizados y establecen el precio de venta de los autos según cada país.
Por último, es sabido que la innovación tiene buenos resultados cuando el público al que se apunta está preparado para dicha innovación, lo cual no sucede en el caso del público mayoritario al que Tesla se dirige.
“A pesar de que el consumidor de ahora está concientizado respecto al tema ambiental y está dispuesto a pagar más por un coche ecológico y sostenible, muchas ciudades aún no están listas para el uso de autos eléctricos: no hay puntos de carga, los gobiernos aún no han desarrollado políticas de reducción o eliminación de impuestos a automóviles ecológicos, o simplemente el parque automotor está tan saturado que la adquisición de cualquier auto, eléctrico o no, solo haría aumentar la densidad del tráfico”, indicó la docente.